lunes, 21 de noviembre de 2016

Los Reyes Magos

Felicitación o cuento: La estrella de los Reyes Magos
Por Benignoram os.

Hace  ya muchísimos siglos, tantos ya que  parece  que  fue  antes de  ayer...  ocurrió  en lugar muy lejano, cuyo nombre no recuerdo ahora mismo.
Quizás fuera en el principio  de los tiempos cuando el Buen Dios  en el momento de  crear el universo dotó a las estrellas de movimiento respecto  la tierra, que  daría cobijo  a todos  los seres humanos  hechos  a su  imagen y  semejanza,  otorgándonos la  categoría  de hijos suyos.
Sin embargo un  buen  día  las estrellas  se cansaron de tanto movimiento y  le  propusieron al Creador un cambio en el  firmamento, estimando  que  fuera  la tierra la que se moviera y ellas pudieran permanecer quietas,  concentrando así toda la energía que consumían al moverse en  proporcionar luz  al manto nocturno que arropaba a los habitantes terrestres. El Señor ante tal petición  se  quedó perplejo, no tanto por la  rebelión que habían provocado las estrellas sino por  el  fastuoso espectáculo  que proporcionarían  éstas al implementar todas sus energías en colorear de luz las noches de nuestro planeta. Así pues, como no podía  ser  de otra forma  les concedió su atrevida petición.
Cuando  las estrellas se alinearon  en el firmamento se dieron  cuenta de que faltaba  una de ellas, se contaron una y otra vez, pero seguían echando en falta a una de ellas.  El Señor que había  estado observando  todo el proceso pudo  comprobar como  esa estrella  que faltaba seguía  moviéndose de  un lado para otro sin descanso alguno, ante tal nobleza  y  dedicación el  Buen  Díos  no  pudo más  que reconocerle su voluntad y para  recompensarla  de alguna   forma le otorgó una  virtud, la de poder satisfacer los  deseos de   los humanos. Y decidió denominarla “fugaz”, como  reconocimiento de la  fuga que había  propiciado  del resto de  sus   compañeras. Y así fue como hace ya  unos  dos mil  años , tres lejanos Reyes de Oriente deseosos  de encontrar  un niño persiguieron  sin  saber muy   bien  lo  que  hacían, un  resplandor  en  el  cielo, que  los  aunó  en  sus  caminos  hacía   un  pesebre bajo   un  manto  de  estrellas luminosas  como nunca, el cual   daba cabida a unos padres  llamados  María   y  José  de un  precioso  niño   llamado  Jesús  y  que a  partir   de ese  momento se convirtió  en  Dios,  gracias  al  deseo  de  unos  Reyes , a  la virtud  de una estrella y a la  constancia  de unos  padres.
Por  esa  razón  ayer  por la noche  cuando me asomé a mi  ventana antes  de   irme a dormir, no vacilé ni un solo instante en formular un deseo al vislumbrar un haz  de luz en el cielo que bien podría ser  provocado por la estrella fugaz. Desconozco si mi deseo  ha  comenzado a cumplirse, pero esta mañana me he despertado  con mi tema musical favorito, sorprendentemente el pan no se me ha quemado, el café estaba  en su  punto tanto de temperatura como  de sabor, ninguna molestia me ha recordado que tengo un cuerpo, me he levantado como un niño y cuando me he asomado al aseo he visto una  sonrisa reflejada en el espejo que en mi rostro y de buena  mañana es impropia. El ascensor  estaba en mi portal como esperándome y el coche  me ha arrancado a la  primera. En este preciso instante me he detenido  y suspirando he tenido que  reconocer que mi  deseo  se estaba llevando a cabo y eso que  cuando lo pedí solo pensaba  en vosotros.
FELIZ NAVIDAD, de todo corazón.

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